L

L

septiembre 24, 2018
/ / /

Lamary. El clima es tan caluroso que la gente vive desnuda. Las mujeres, como las tierras y las propiedades, son de todos. Los habitantes de Lamary son caníbales. Compran niños a los mercaderes y los engordan para comérselos […].

(Sir John Mandeville: Voiage de Sir John Mandeville. Paris, 1357.)

Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², p. 320

Lamiam. Sus habitantes maldicen el sol ardiente del mediodía. Son una raza de gigantes antropófagos que van desnudos y viven en cavernas.

(William Bullein: A Dialogue both Pleasant and Pitiful, wherein is a Goodly Regimente against the Fever Pestilence, with a Consolation and Confort against Death. Londres, 1564.)

Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², p. 320

Laputa. Isla flotante o volante […]. El declive de su superficie, desde la circunferencia al centro, es la causa natural que toda la lluvia que cae sobre la isla se junte en cuatro enormes estanques. Cuando la evaporación natural no puede impedir que éstos rebosen, la isla se eleva por encima de las nubes de lluvia.

Los laputanos son extremadamente dados a discutir y no toleran que se les contradiga. La imaginación, la fantasía y la inventiva les son por completo ajenas; de hecho carecen de palabras para expresar estos conceptos.

(Jonathan Swift: Travels Into Several Remote Nations Of The World. In Four Parts. By Lemuel Gulliver, First a Surgeon, and then a Captain of several Ships. Londres, 1726.)

Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², pp. 322-324

Le Douar. En el siglo XIII, la isla volcó como un barco que zozobra y fue tragada por el mar.

(J.H. Rosny Jeune. L’Énigme du «Redoutable». París, 1930.)

Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², p. 325

Letalispons. Los hombres y las mujeres viven hasta los ciento veinte años, pero no envejecen: a los sesenta años de edad, rejuvenecen nuevamente y recuperan vigor y energía.

[…] no tienen enemigos porque nada puede ofenderles. Se rigen por leyes muy simples: 1) sigue tu primer pensamiento y no tengas otros; 2) no pienses como los demás, sé original; 3) el buen gusto es un sexto sentido; 4) aprende cuentos de memoria y habla mucho; 5) no pienses antes de hablar; y 6) exprésate siempre de manera original.

(Abbé Pierre Françoise Guyot Desfontaines: Le Nouveau Gulliver, ou Voyage De Jean Gulliver, Fils Du Capitaine Gulliver. Traduit d’un Manuscrit Anglois. Par Monsieur L.D.F. París, 1730.)

Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², p. 328

Liliput. Sus habitantes no llegan a los quince centímetros de estatura […] y los árboles más grandes no miden mucho más de dos metros de alto.

Los liputenses son de la opinión de que los padres son los últimos a los que se debe confiar la educación de sus propios hijos. […] Todos los padres están obligados de enviar a sus hijos a guardarías públicas […].

Los liliputenses […] entierran a sus muertos verticalmente con la cabeza hacia abajo […].

(Jonathan Swift: Travels Into Several Remote Nations Of The World. In Four Parts. By Lemuel Gulliver, First a Surgeon, and then a Captain of several Ships. Londres, 1726.)

Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², pp. 332-334

Limanora. Con un compuesto de extractos de […] tres plantas, los limanorenses pueden volar hasta alturas donde ya no existe el aire.

El principio básico de la civilización limanorense es el deseo de progresar física y espiritualmente. En los primeros tiempos, un cuidadoso control sanitario permitió erradicar todas las enfermedades hereditarias, y la delincuencia fue disminuyendo gracias a la educación y las medias reformistas.

[…] Consideran el poder de la voluntad como una fuerza magnética que se canaliza, sobre todo, a través de los ojos. La emplean en las sesiones de hipnosis y en el lenguaje de los ojos, mediante el cual los limanorenses mantienen largos diálogos silenciosos […]. 

El triunfo definitivo de la vida es la capacidad de permanecer solo.

(Godfrey Sweven: Limanora, the Island of Progress. Nueva York y London, 1901.)

Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², pp. 334-337

País de las Linternas. La isla está poblada por linternas -mujeres- [y] faroles -varones- […]. Se dice que antaño Demóstenes vivió con ellos.

En el País de las Linternas los acontecimientos más divertidos ocurren de noche, cuando las linternas salen en compañía de sus fanales.

(Anónimo: Le Voyage de navigation que fist Panurge, disciple de Pantagruel, aux isles incognues et éstranges de plusieurs choses merveilleuses et difficiles à croire, qu’il dict avoir veues, dont il fait narration en ce présent volume, et plusieurs aultres joyeusetez pour inciter les lecteurs et auditeurs à rire. París, 1538; Françoise Rabelais: Le cinquiesme et dernier livre des faicts et dicts du bon Pantagruel, auquel est contenu la visitation de l’Oracle de la dive Bacbuc, et le mot de la bouteille; pour lequel est entrepris tout ce long voyage. París, 1564.)

Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², pp. 338-339

Antiguamente había en Lixus un soto de árboles que daban frutos de oro. […] Los pétalos de flores parecen hojas de oro y los frutos pesadas esferas, también de oro. La carne de estos frutos tiene la estructura que recuerda al metal cristalizado.

(Plinio el Veijo: Historia natural. Siglo I.)

Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², pp. 339-340

Isla de los Lotófagos. La isla está habitada por indígenas que se alimentan de flores de loto y consiguen de este modo olvidar las preocupaciones propias de los mortales. […] El incauto que pruebe estas flores ya no querrá regresar a su patria.

(Homero: Odisea. Siglo IX [?] a.C.; Lord Tennyson: «The Lotus Eaters», en Poems. Londres, 1833.)

Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², pp. 347-348

Luggnagg es célebre por su hospitalidad, pues a menudo el Estado paga los gastos de alojamineto de los extranjeros. […] Al ser recibido [por el rey], el viajero debe arrastrarse sobre el vientre y lamer el suelo mientras avanza.

Luggnagg debe su fama principalmente a sus […] «inmortales». […] Lamentablemente, aunque no mueren, tampoco gozan de una perpetua juventud. […] Acaban siendo incapaces de comunicarse con nadie y viviendo como extranjeros en su propio país. 

(Jonathan Swift: Travels Into Several Remote Nations Of The World. In Four Parts. By Lemuel Gulliver, First a Surgeon, and then a Captain of several Ships. Londres, 1726.)

Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², pp. 348-349

Luquebaralidas. Grupo de islas […] habitadas por una especie de butifarra que alcanza unos treinta centímetros de estatura. Las butifarras tienen dientes largos y afilados, pero carecen de huesos. […] Beben mostaza de los ríos que fluyen por la isla.

(Anónimo: Le Voyage de navigation que fist Panurge, disciple de Pantagruel, aux isles incognues et éstranges de plusieurs choses merveilleuses et difficiles à croire, qu’il dict avoir veues, dont il fait narration en ce présent volume, et plusieurs aultres joyeusetez pour inciter les lecteurs et auditeurs à rire. París, 1538.)

Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², pp. 350-351

Post a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*