Macaria. Los ricos y los pobres, los de arriba y los de abajo, trabajan codo con codo para lograr la felicidad común. […] Castigan severamente la ebriedad y a la menor falta un funcionario pierde su puesto. A los blasfemos se les corta la lengua.
(Gaspar Stiblinus: «Commentariolus de Eudaemonensium Republica», en Coropoedia. Basilea, 1555.)
Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², pp. 195-196
Isla de los Macreones. Ocupa casi toda la superficie de la isla un bosque grande y sombrío poblado por demonios y héroes, hoy ya viejos y canos. […] Cuando alguno muere, crecen los lamentos en el bosque, se desencadenan plagas y desastres y estallan en el aire meteoros terribles y espantosas tormentas en el mar.
(François Rabelais: Le quart livre des faicts du bon Pantagruel. París, 1552.)
Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², p. 353
Maïna. Está habitada por dos tribus, los artícolas y los beos.
Los artícolas son escritores, pintores y músicos, y sólo viven para el arte. Los beos los cuidan, y su único placer es atender las necesidades de los artícolas, a quienes dan todo, incluso sus mujeres.
(André Maurois: Vojage au Pays des Articoles. París, 1927.)
Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², pp. 354-355
Isla de Mango. El único inconveniente de este hermoso y apacible lugar son las ratas que lo infestan. Para matarlas, los habitantes usan cerdos, ya que es difícil conseguir gatos.
(Robert Michael Ballantyne: The Coral Island. Londres, 1858.)
Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², p. 360
Medamothi. Isla agradable, célebre por sus faros y las altas torres que embellecen su costa.
(François Rabelais: Le quart livre des faicts du bon Pantagruel. París, 1552.)
Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², p. 372
Megapatagonia. Está habitado por hombres que no se han desarrollado como el resto, sino que conservan la apariencia y las costumbres de los animales. […] hay hombres-osos, hombres-monos y hombres-nutrias. […] Los ciudadanos trabajan cuatro horas diarias y no sienten el trabajo como una imposición, sino como un placer.
(Nicolas Edme Restif de la Bretonne: La Découverte australe Par un Hommevolant, ou Le Dédale français; Nouvelle très-philosophique: Suivie de la Lettre d’un Singe, & ca. Leipzig, 1781.)
Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², pp. 372-373
Meillcourt. La población se divide en soldados y obreros, siendo mayoría estos últimos.
(Jean Baptiste de Boyer, Marquis d’Argens: Le Législateur Moderne, Ou Les Mémoires Du Chevalier De Meillcourt. Amsterdam, 1739.)
Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², p. 373
Melita. Isla […] donde cece un arbusto llamado simlax que adopta forma de ser humano, se adhiere a los árboles y los asfixia.
(Plinio el Veijo: Historia natural. Siglo I.)
Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², p. 374
Meskeeta. Los habitantes son exiliados […], carniceros de libros, maniáticos de la crítica de estatura reducida por su exacerbado espíritu inquisitivo. Siempre van armados de dardos que se arrojan los unos a los otros. […] Tienen esclavos enanos que les llevan los libros que después ellos atacan y critican.
(Godfrey Sweven: Rillaro, the Archipelago of Exiles. Nueva York y London, 1901. Godfrey Sweven: Limanora, the Island of Progress. Nueva York y London, 1901.)
Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², pp. 375-376
La única información que existe acerca de la isla de Mongaza procede de una crónica del siglo XV y es insignificante.
(Anónimo: Amadís de Gaula. Zaragoza, 1508.)
Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², p. 382
Monte Análogo. Continente insular […]. Es una gran montaña, la más alta de la tierra […]. Contiene toda clase de minerales, de origen desconocido, que tienen la propiedad de curvar el espacio a us alrededor de modo que toda la zona queda metida dentro de un cascarón de espacio curvado.
(René Daumal: Le Mont Analogue. París, 1952.)
Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², pp. 384-385
Isla de Moreau. En ella vivían tanto un tribu de indios canacas […] como un grupo de extrañas criaturas: los hombres-bestias -hombre-toros, hombres-leones, hombres-monos. etc.-, que […] eran originalmente bestias que doctor Moreau intentó transformar en hombres, sin lograrlo jamás de todo.
(H.G. Wells: The Island of Doctor Moreau. Londres, 1896.)
Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², p. 409
Isla de los Muertos.
Arnold Böcklin (1827-1901)
Isla Musical. Muy renombrada por su extraña flora de instrumentos arcaicos que crecen en las plantaciones protegidas por cercas de bambú eolio […].
La sonoridad atmosférico de la isla se regula con termómetros llamadas «sirenas».
(Alfred Jarry: Gestes et Opinions du Docteur Faustroll, Pataphysicien. Roman Néo-Scientifique. Paris, 1911.)