“La Isla [reconocimiento]” es un proyecto de obra de arte medial, basando en la contribución potencial de los habitantes y visitantes de Sudamérica.
Aquí construye un mapa del subcontinente sudamericano a través de los sonidos de los límites entre mar y tierra (costas, playas, acantiladas, etc.).
Estos sonidos serán grabados a lo largo de todas las costas por los habitantes y visitantes, que poseen un celular con conexión a internet y GPS.

[a] Con la aplicación “La-Isla” para celulares se utiliza la tecnología comunicacional cotidiana como herramienta estética, no como medio de intercambio de informaciones, sino como “muleta” para la escucha consiente.

[b] “La isla [reconocimiento]” propone el net.art no como un área específica del arte, sino como un elemento de conexión entre actores sensibles con presencia física (autores de las grabaciones audio) en lugares físicos (costas, playa, etc.) y espacios de imaginación, espacios representados, espacios de identificación. El internet como medio de creación y al mismo tiempo área de socialización de la creación.

[c] La colaboración tiene distintos niveles: los autores y los diseñadores del proyecto construyen posibilidades de situaciones descentralizadas en las cuales una cantidad incalculables de co-actores generan y precisan la forma singular del mapa con sus datos sensibles.
La colaboración se establece voluntariamente a través de múltiples intereses posibles, sean estéticos, políticos, ecológicos, históricos, técnicos.

[d] Para que esos intereses se transformen en una colaboración consumada, se requiere un compromiso sensible, una disposición a actuar, aunque sería por solo tres minutos, en una actitud “desinteresada”, donde el entorno se transforma en paisaje estético.
El interés de participar en “algo” según un interés específico en “algo más” requiere paradojalmente la separación de este interés para tener una experiencia estética por si sola.

[e] La experiencia auditiva se transforma en un documento sonoro (a través de la aplicación en el celular), transportable en el espacio y el tiempo, separando la experiencia de la situación singular y permitiendo relacionar el sonido con datos textuales que re-establece el contexto perdido.

[f] El documento sonoro con sus datos permite su ubicación respecto de otros documentos archivados. La representación de los documentos sonoros se realiza a través de un mapa que recién se construye a través de los documentos y la conexión entre ellos. (Aquí se diferencia con los mapas sonoros habituales en internet, donde el sonido está inserto en un mapa pre-existente.) El mapa existe y se precisa con la colaboración de los “(des)interesados”. Sin experiencia sonora no hay documento, no hay ubicación en el mapa.
Mientras más preciso es el mapa, más se parece al contorno del sub-continente Sudamericano. El mapa funciona como metáfora de construcción identataria: “La Isla” requiere entonces el “reconocimiento” desde múltiples puntos de escucha para que se parezca a si mismo.