J

J

septiembre 26, 2018
/ / /

Juam. Allí verá dos preciosas aldeas. La  del oeste está habitada por la tarde y la del este por la mañana, lo cual permite a sus habitantes pasar el día entero a la sombra.

En [su] refugio, casi impenetrable, está sentado, majestuosamente, el rey de Juam, como el corazón de la semilla de un fruto, rodeado del universo, ceñido por el zodíaco, circundado por el mar, dividido por el horizonte, enmarcado por los arrecifes, encerrado en la montaña, recogido en la glorieta, fajado por la realeza, abrazado a sí mismo: la perfecta esfera de las esferas dentro de una esfera.

(Herman Melville: Mardi, and  A Voyage Thither. Nueva York, 1849.)

Alberto Manguel & Gianni Guadalupi: Guía de lugares imaginarios. Madrid (Alianza), 2014², p. 305

Isla Juan Fernández.

VIERNES: -¿No se te ha ocurrido pensar que su nombre no es el mero producto de un mero azar de navegación? Tal vez no hay nada casual en eso, Robinson. […] Juan Fernández es el nombre más común, más vulgar que podrías encontrar en lengua castellana. Es el equivalente exacto de John Smith en tu país, de Jean Dupont en Francia, de Hans Schmidt en Alemania. Y por eso no suena como un nombre de individuo sino de multitud, un nombre de pueblo, el nombre del uomo qualunque, del jedermann

Julio Cortazar: «Adiós, Robinson». En: Adiós, Robinson y otras piezas breves. Buenos Aires (Suma de Letras Argentinas), 2004, p. 204

Benjamín Vicuña Mackenna: Juan Fernández Historia Verdadera de la isla de Robinson Crusoe. 1883

Post a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*