Jack Kerouac: Big Sur

Jack Kerouac: Big Sur

octubre 6, 2016
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– Y me asusta la subida de la marea con olas de 5 metros de altura, sin embargo me siento allí esperando que Hawai me avisa del peligro sin enviar olas tan enormes que no pueda verlas llegar en la oscuridad, altas como Groomus – De todas maneras, una noche entré en pánico y me senté en la cima de un  risco de 4 metros al pie del gran acantilado y las olas llegaban «Raro, arremete raro» – «Rudo ruu ruge» – «Crash» – Así suenan las olas sobre todo de noche – El mar no habla con largas oraciones sino con versos breves. «¿Cuál?… ¿La ola rota?… Sí, ésa, ah, boom, se rompe»… Escribía estas increíbles naderías, pero sentía que tenía que hacerlo porque James Joyce ya no andaría nunca por aquí ahora que estaba muerto (y fantaseaba «El año que viene escribiré el sonido diferente del Atlántico hablando al romperse en las costas nocturnas de Cornwall, o tal vez el sonido anestesiado del Océano Índico rompiendo en la boca del Ganges») – Y me siento entonces y escucho a las olas hablándole a la arena en distintos tonos de voz «Ka bloom, kerplosh, ah ropey otter barnacled be, crash, are rope the angels in all the see?», y cosa por el estilo –

Jack Kerouac: Big Sur. Buenos Aires (Adriana Hidalgo), 2014. p. 43

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